miércoles, 7 de agosto de 2013

De Jaime Llano González

Reconozco que soy precoz al creer en la música como yo la veo.
Apenas llego a interesarme por la grandiosa música del maestro Jaime Llano González. Varias veces escuché las cuñas radiales sobre un disco compacto con sus mejores interpretaciones en el órgano y la música colombiana. Solamente hasta que en el cumpleaños del Bogotá (475) la reprodujeron hasta que entró en mi gusto. La que se quedó fue la Gata Golosa. Incluso la pedí en un bar en el que estuve el mismo 6 de agosto con el ánimo de volver a escuchar tan grandiosas melodías.

Sigue...

Lo más duro de estas situaciones es que tome tanto tiempo para uno reconocer las verdaderas dichas de la cultura, quitarse la ceguera provocada por la inmensidad de la pereza y la ocupación, los dos extremos que lentamente remueven todo tipo de constancia de la vida.

Quizás el idilio con la música del maestro Llano González solamente dure lo que tarda una canción que se ha buscado por años en desaparecer de la mente luego de escucharse repetidamente hasta que las letras son aprendidas y la música probablemente comprendida.

Finalmente; la canción tradicional y luego una interpretación a dúo con la gran Ruth Marulanda.

   

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