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viernes, 8 de enero de 2021

Simple. Viajar, simplemente.

Confieso que soy un mal viajero. Quizás mi espíritu capricorniano me llena de inseguridades y falsas preocupaciones y, por eso, intento llevar mi mundo en una maleta llena de suposiciones: “esto por si hace mucho calor, o esto, por si hace menos”.

En esa retórica he crecido. Soy un hombre de viajes muy medidos porque me complico demasiado en y con todo. Justamente, mi más reciente viaje a Cartagena me lo dijo explícitamente: Aprende a ser más sencillo; más simple. Me permití una licencia de mis inseguridades y quise que todo fluyera, sin preocuparme por caminos, presupuestos y un montón de supuestos.

Muchas personas atinan a decir que lo mejor que guardan muchos planes es su componente de sorpresa o improvisación. Este fue así. En dos días se resolvió, sin meditaciones o cuidadosos análisis; dejándose llevar. Cartagena la he visitado varias veces en misión académica, pero ya eran más de 12 años en los que no saludaba esa ciudad únicamente en las sandalias del turista. 

martes, 23 de junio de 2020

Dos grados Celsius (2°)

Con el tiempo he aprendido que lo que doy por aprendido lo debo desaprender o modificar. Siempre había entendido que las temperaturas máximas en Manizales llegaban, a lo sumo, a los 24° C, pero que una temperatura máxima promedio estaría por los 21° C y 22° C.

En casa guardo varios aparatos (con termómetros incluidos) para medir la vibración del calor atmosférico y despreciaba sus lecturas de la temperatura. Consideré que estaban mal, que estaban captando más calor del existente, quizás por radiación o porque estaban cerca de un punto que irradiaba calor.

Foto de @ElPlanetaManuel - Manizales ya se levanta con más cielos azules que neblinas clásicas
Hace algunos días llegué a la noción de entender –no es una conclusión– que las temperaturas en Manizales ya son más cálidas, por 1° C o 2° C, sobre todo, porque los movimientos de vientos nos han traído más humedad y estas montañas han cambiado la manera de recibir sus precipitaciones. Es un cambio que se vería inexplicable, porque en los municipios del vecindario incluso puede llover más. Por lo tanto, todo es cuestión de estudiarse.

Además, hay que anotar con suficiente tino, que Manizales es una capital fuera de serie en Colombia. Sus barrios, a diferente altitud, hacen que el panorama climático cambie. No se puede comparar a Chipre, con su bruma casi diaria, con lo que sucede en La Enea o los barrios del sur.