martes, 23 de junio de 2020

Dos grados Celsius (2°)

Con el tiempo he aprendido que lo que doy por aprendido lo debo desaprender o modificar. Siempre había entendido que las temperaturas máximas en Manizales llegaban, a lo sumo, a los 24° C, pero que una temperatura máxima promedio estaría por los 21° C y 22° C.

En casa guardo varios aparatos (con termómetros incluidos) para medir la vibración del calor atmosférico y despreciaba sus lecturas de la temperatura. Consideré que estaban mal, que estaban captando más calor del existente, quizás por radiación o porque estaban cerca de un punto que irradiaba calor.

Foto de @ElPlanetaManuel - Manizales ya se levanta con más cielos azules que neblinas clásicas
Hace algunos días llegué a la noción de entender –no es una conclusión– que las temperaturas en Manizales ya son más cálidas, por 1° C o 2° C, sobre todo, porque los movimientos de vientos nos han traído más humedad y estas montañas han cambiado la manera de recibir sus precipitaciones. Es un cambio que se vería inexplicable, porque en los municipios del vecindario incluso puede llover más. Por lo tanto, todo es cuestión de estudiarse.

Además, hay que anotar con suficiente tino, que Manizales es una capital fuera de serie en Colombia. Sus barrios, a diferente altitud, hacen que el panorama climático cambie. No se puede comparar a Chipre, con su bruma casi diaria, con lo que sucede en La Enea o los barrios del sur.


Esos dos grados de más calor pueden cambiar completamente el mapa meteorológico de Manizales; reducir las lluviosas copiosas y aumentar los chances de tormentas eléctricas y torrenciales. Pero, para que se dé este escenario, deben configurarse más variables que deben ser tenida en estudio.

La ciudad, per se, emite calor; generalmente calor de radiación y ya no suele ser la urbe que concurría a sus actividades entre los 17° C y 18° C, sino que puede aumentar un par de grados Celsius. 

También, sus laderas han recibido menos lluvia, lo que puede ser bueno hasta cierto punto, pero que también puede ser negativo en cuanto una hipotética lluvia torrencial, mayor a los 35 mm de precipitación, en menos de tres horas, podría generar erosión y desgaste del material superficial.

Otra mirada
Naturalmente, no soy científico ni llevo una vida dedicada al estudio de datos climáticos de Manizales y es un hobby que llevo desde hace unos diez años. Lo que sí se puede afirmar es que la cantidad de precipitaciones en la ciudad han caído, sobre todo, desde el anterior ENSO (Fenómeno de El Niño).

La perspectiva para el segundo semestre, sobre todo desde Australia y EE.UU., tienen el crecimiento de las probabilidades para el desarrollo del Fenómeno de La Niña, que no sería catastrófico como lo que sucedió entre 2010 y 2012, pero que es un llamado de atención a las autoridades que saben de personas que viven en laderas de alto peligro.

Los cumulonimbus o nimbus (nubes de lluvia), suelen tener una dirección desde el nororiente hacia el suroccidente, encontrándose muchas veces con cambios de viento o cizalladuras que pueden modificar el curso de las lluvias de las que estamos acostumbrados.

Foto de @ElPlanetaManuel - Atardecer coloridos son sinónimo de días cálidos
El calor genera vientos. Las lluvias generan calor. Ambos pueden encontrarse en escenarios de humedad. La forma en la que se mueve el tiempo en Manizales todavía es materia de estudio, que debe estudiarse con un registro riguroso diario tanto pluviométrico como hidrológico y meteorológico.

La situación, entonces, no es de alarma, pero, si hablamos de cambio climático, en Manizales ya lo tenemos. La duda es que apenas estamos conociendo sus efectos que, en meses más versátiles, podrían generarnos mayores dolores de cabeza.
Más información del pronóstico y lo que sucede en la ciudad en clima.luisfmolina.com y en mi Twitter @LuisFMolina

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